La montanera de los cerdos ibéricos es un proceso crucial en la producción del jamón ibérico, uno de los manjares más apreciados en la gastronomía española y mundial. Pero ¿ qué es la montanera y cómo influye en la calidad del producto final? Además, ¿ cómo son los entornos naturales donde viven los cerdos ibéricos? En este artículo, responderemos a estas preguntas y profundizaremos en el fascinante mundo de los cerdos ibéricos y su relación con la naturaleza.

La montanera es el periodo de engorde de los cerdos ibéricos que se produce en los meses de otoño e invierno, cuando los cerdos pastan libremente en las dehesas. Estas dehesas son extensas áreas de bosques y pastos, típicas de la Península Ibérica, donde los cerdos encuentran todo lo que necesitan para alimentarse de manera natural y saludable. Las dehesas son, por tanto, el entorno natural por excelencia de los cerdos ibéricos y uno de los ecosistemas más valiosos y biodiversos de Europa.

Las dehesas son un ejemplo de la simbiosis perfecta entre la actividad humana y la naturaleza. Desde hace siglos, los humanos han utilizado estas tierras para la ganadería, la agricultura y la explotación forestal, lo que ha dado lugar a una serie de paisajes únicos y un equilibrio ecológico extraordinario. Las dehesas son el hogar de numerosas especies animales y vegetales, muchas de ellas endémicas de la Península Ibérica, como el lince ibérico, el águila imperial, el buitre negro o la encina. Además, las dehesas cumplen un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, ya que los bosques actúan como sumideros de carbono y la ganadería extensiva contribuye a mantener la biodiversidad y la fertilidad del suelo.

En este entorno privilegiado, los cerdos ibéricos tienen una alimentación variada y equilibrada, compuesta principalmente por bellotas, hierbas y otros recursos naturales que encuentran en la dehesa. La bellota es el alimento estrella de los cerdos ibéricos durante la montanera, ya que es rica en grasas monoinsaturadas, ácido oleico y antioxidantes, lo que le confiere al jamón ibérico su sabor y aroma característicos y propiedades saludables para el consumo humano.

Pero la montanera no es solo una cuestión de alimentación, sino también de ejercicio físico y libertad. Durante la montanera, los cerdos ibéricos pastan libremente por la dehesa, lo que les permite ejercitar sus músculos y fortalecer sus patas y pezuñas. Además, la vida al aire libre y en grupo contribuye a reducir el estrés y mejorar la salud de los animales, lo que se traduce en una calidad superior de la carne y del jamón ibérico.

En definitiva, la montanera es un proceso natural y sostenible que aporta numerosos beneficios tanto para los cerdos ibéricos como para el medio ambiente y la economía local, siendo además un claro ejemplo de la estrecha relación entre el ser humano y la naturaleza.

¿Quieres conocer el resultado final de la montanera? Pásate por nuestra tienda.

Compartir esta publicacion